
Ilustraciones por Salchipulpo
Amigos en apuros
El cambio climático está agravando los eventos climáticos al extremo alrededor del mundo. Aquí en Columbia Británica, Canadá esta realidad no sólo abarca la “normal” temporada de incendios, si no también afecta la frecuencia de los mismos, haciendo que la situación en el campo se vuela impredecible, especialmente en los últimos años. Lo que se ha vuelto predecible en esta década es la necesidad crítica de compartir recursos internacionales durante la temporada de incendios forestales.
Cuando la Asociación Internacional de Combate de Incendios fue desarrollada por la Canadian Interagency Forest Fire Centre (CIFFC) después de abrir en 1982, los “tratados eran más como cartas informales de intención de cooperar y considerando un intercambio de información y practicas solamente,” de acuerdo con Kim Connors, director ejecutivo del CIFFC. “Ahora”, Kim agrega, “todos los aspectos del manejo de incendios en tierra salvaje están incluidos: prevención, mitigación, preparación, respuesta, y recuperación.”
Actualmente, Canadá tiene asociaciones formales con los Estados Unidos, México, Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, y Costa Rica. “Estamos en un punto en donde los países necesitan ayudarse unos a otros,” dice Kim. A pesar de que las relaciones son recíprocas, Canadá mandó una buena cantidad de recursos a Australia a finales de 2019 y a principios del 2020 durante sus infames incendios llamados “Verano Negro” y también al oeste de los Estados Unidos el pasado septiembre durante su temporada extrema de incendios forestales. Kim admite que Canadá es un “importador de asistencia” por sus tratados internacionales.
Estamos en un punto en donde los países necesitan ayudarse unos a otros.
‘Recursos’ en el idioma de tierra salvaje es una lista muy larga que puede incluir personal, aviones, entrenamiento, y capacitación. Kim enfatiza que, en esta etapa de los tratados globales, cuando se trata de personal, todas las asociaciones “sólo intercambian a los mejores de los mejores para la labor” y que los países compañeros son parcialmente identificados por su nivel de entrenamiento, compromiso, y sistemas operativos que utilizan, específicamente aquellos que entienden el “lenguaje” del Sistema de Comandos de Incidencias, o ICS por sus siglas en inglés.
Otro factor que consideran importante es que los bomberos de otros países estén familiarizados con trabajar con agua: “Canadá es rica en agua, así que atacamos a los incendios con agua. Muchos países no lo hacen,” dice Kim. Si un país compañero potencial demuestra lagunas en estos conocimientos, CIFFC sopesa que tan grande sería la tarea de entrenar al personal internacional. La asociación con Sudáfrica, por ejemplo, quienes apoyaron a Alberta en el 2015, 2016 (en el incendio forestal Fort McMurray), y de nuevo en el 2019, requirieron entrenamiento para aprender a trabajar con bombas de agua y con mangueras para extinguir el fuego con agua. De igual forma; cuando los bomberos canadienses fueron a Australia, ellos se tuvieron que adaptar a los diferentes métodos de supresión de incendios debido al acceso limitado de agua.
Canadá es rica en agua, así que atacamos a los incendios con agua. Muchos países no lo hacen
La colaboración internacional es crucial para la provincia y para el país entero, también porque el reclutamiento es un problema en Canadá, dice Kim. “Normalmente las provincias, territorios y Parques de Canadá tienen la capacidad para lo que sería considerado como una temporada de incendios forestales normal o un poco más dura que lo normal.” “Pero,” él agrega, “cuando recibes estas situaciones extremas, como ahora, entonces las agencias reconsiderarán sus niveles de capacidad.”

Los chicos (y chicas) del verano
Como parte de la colaboración internacional de bomberos en tierras salvajes, una brigada de 103 bomberos mexicanos altamente cualificados -o “Tipo 1”- y sus soportes, llegaron a Columbia Británica el 24 de Julio del 2021 para ayudar a las brigadas locales a mitigar y extinguir los cientos de incendios forestales que han estado activos a lo largo de la provincia esta temporada. Una movilización titulada “Operación Serpiente Amarilla,” consistió en 100 bomberos de campo, dos coordinadores de campo, y un supervisor de COVID-19.
Ambos nacidos en Durango, un estado al norte de México, los líderes de brigada Ricardo Pacheco y Juan Ruperto Vergara, tienen 24 años y 13 años de experiencia combatiendo incendios forestales respectivamente. Esta no es la primera vez que Ricardo y Ruperto han venido a Canadá; en el pasado, ellos viajaron al país específicamente para asistir en el combate de incendios forestales. “Hemos colaborado aquí en Canadá cuatro veces,” Ruperto menciona. “El primer año fue en el 2016 en Alberta, en el 2017 vine a Columbia Británica, y en el 2018 fui a Ontario. Este año tenemos la oportunidad de estar en Columbia Británica nuevamente por dos periodos de 14 días.”
Canadá no es el único país en el que los bomberos mexicanos—“serpiente amarilla” es como la brigada se refiere a si misma cuando están apoyando un incidente fuera de México–han sido mandados para impartir su apoyo. En febrero del 2017, Ruperto, junto con otros 57 bomberos, fue a la Araucanía, una región de Chile, para mitigar la situación agresiva de incendios forestales; Ricardo, junto con otros 99 miembros de brigada, ayudaron a extinguir los severos incendios que sacudieron al estado de California en el 2020.
Aquí en Columbia Británica, la relación entre las brigadas locales y las internacionales es muy estrecha. A pesar de que constantemente vivimos en un ambiente demandante y estresante, ellos se ven a sí mismos como un grupo grande donde la camarería se construye todo el tiempo. “Yo diría que es una muy buena relación,” dice Ricardo. “Estar en la línea, todos nosotros somos bomberos forestales, no somos mexicanos, no somos canadienses, o australianos, todos somos iguales, y hemos aprendido a ser un fuerte y unificado equipo. Hemos trabajado muy bien con los australianos, los canadienses, y por supuesto, con nuestros paisanos mexicanos.”
Cuatro miembros de la brigada se identifican como mujeres, un genero que poco a poco está cambiando estadísticamente en la industria de los bomberos. De acuerdo con Kim Connors, Sudáfrica es el líder en esfuerzo comunitario hacia la paridad de género,
no somos mexicanos, no somos canadienses, o australianos, todos somos iguales
con aproximadamente un tercio de sus miembros de bomberos se identifican como mujeres. Kim dice que cuando Sudáfrica “exporta” sus recursos, tratan de mantener esa proporción en sus brigadas internacionales, incluyendo aquellas que vienen a Canadá. “La CIFFC, como organización, también a comenzado a realizar esfuerzos con los propósitos de aumentar la equidad, diversidad, e inclusión,” agrega Kim.

Un día en la vida
Ricardo y Ruperto brevemente hablan acerca de la rutina diaria de su brigada: ellos comienzan su periodo operacional muy temprano por la mañana para aprovechar las horas con luz de día. Ellos comen su desayuno, lunch, y la cena a la misma hora todos los días, pero de vez en cuando hay sorpresas deliciosas, como un banquete mexicano que organizaron sus supervisores con exquisitas tortillas y otros bocadillos, ¡a veces hasta ponen música mexicana! Esto pone de buenas a todos y les da un empujón de coraje para continuar con esta tremenda labor. En días regulares, cuando el periodo operacional termina alrededor de las siete de la noche, Ricardo y Ruperto van hacia el campamento y acuden a una junta con los otros miembros del equipo y con los coordinadores para informar sus actividades diarias y los planes para el día siguiente. Cuando esto termina, tienen la libertad de hacer lo que quieran con su tiempo, y tomar un descanso bien merecido.
Debido a que la cultura mexicana se orienta mucho hacia la familia, Ricardo y Ruperto tienen como prioridad mantenerse en contacto con sus familias durante su estadía. Ellos tienen conexión a internet en el campamento, así que la mayoría de las veces ellos hablan con su familia a través de las redes sociales, mensajes de texto, y llamadas de video. Sin embargo, aunque siempre están en constante comunicación, es muy difícil estar lejos de sus seres queridos.

Donde el corazón está
“Tengo un hijo de 5 años,” dice Ricardo. “Él quiere hablar conmigo y verme diario. Creo que él es el que más siente la ausencia, tal vez porque aún está chico,” Ruperto comparte que sus dos hijos son curiosos y siempre le preguntan acerca de su día y acerca de los incendios: “ellos me hacen preguntas todo el tiempo.”
Por su tono de voz, está claro que el tema de la familia es algo muy cercano a su corazón, y estar lejos de ellos por tanto tiempo hace que los extrañen aún más. “Voy a decir algo muy personal,” Ruperto dice con un tono muy serio. “Yo quisiera tener la oportunidad de que, en algún punto de mi vida, pueda invitar a mi familia a visitar los paisajes de Columbia Británica, especialmente los que yo he visto mientras me muevo de un lugar a otro cuando estamos en los incendios. Los paisajes son espectaculares; los ríos y los lagos que he tenido la oportunidad de apreciar son hermosos. Siento nostalgia de que algún día pueda compartir esto con mi familia.”
Estar lejos de tu familia puede afectar a una persona, lo cual es importante hacer amistades y un sistema de apoyo cuando estás en el campo. Ricardo y Ruperto también se han encontrado y conocido a personas muy amigables en Columbia Británica, y también en otras partes de Canadá, que han sido extremadamente atentos y amistosos con ellos.
Una de esas personas es Gregory Blais (apodado “Gregorio” por el equipo mexicano) su enlace oficial del Servicio de Incendios Forestales. Ruperto cuenta que tienen “una cercanía con el, y que ellos han estado intercambiando opiniones y puntos de vista, muchas conversaciones.” Él agrega que se ven regularmente y se siente como si “han sido amigos por mucho tiempo.”
¿Hablas español?
Construir este tipo de relaciones puede ser complicado más que nada por las diferencias culturales y de lenguaje. Pero esto no ha detenido a Ricardo y Ruperto (y ayuda que “Gregorio” habla español); que no vean el lenguaje como una barrera, sólo como un pequeño obstáculo. Ruperto admite que claro que el lenguaje fue un reto al comenzar esta travesía; sin embargo, él dice que tanto él como Ricardo han estado aprendiendo y mejorando. Reciben excelente apoyo de los traductores y los coordinadores canadienses. “Ellos también han hecho el esfuerzo de aprender nuestro idioma. Definitivamente han hecho nuestro camino mejor.” Ruperto dice.

Mi casa, su casa
El arreglo entre México y Canadá ha funcionado tan bien por muchas razones. Una de ellas, dicen los dos hombres, es la temporada de incendios de ambos países; esta situación hace que los bomberos mexicanos encajen perfecto sin descuidar las necesidades de su país. Ricardo explica: “En México, la temporada tiene distintas etapas: en el centro y sur del país, comienza alrededor de febrero y termina en junio, entonces en el norte y noreste del país comienza en febrero y termina a mediados de julio.” También, la manera en que los incendios se presentan, es otro aspecto que funciona para ambos países. Ricardo dice que algunos ecosistemas en los que ha trabajado en México, son muy similares a lo que se ve en Columbia Británica, lo cual ayuda a que combatan los incendios con éxito y que se puedan adaptar a las condiciones ambientales locales. Sin embargo, los ecosistemas en Ontario y Alberta difieren lo que están acostumbrados a ver, y a veces las condiciones se vuelven más complicadas. “Ontario es muy sorprendente,” dice Ruperto, “Había mucha humedad en algunas partes del territorio, y al otro lado, había puro fuego. En México, todo el territorio es típicamente seco, pero en Ontario encontramos lugares con muchísima humedad y muy cerca de ahí, territorios muy secos. En Alberta, el combustible que encontramos estaba tan profundo y muy delgado; tomó mucho tiempo poder extinguir el incendio. Había agua acumulada en la superficie, pero el subsuelo estaba incendiado, lo cual fue una experiencia muy diferente.”
No saber lo que ocurrirá con certeza puede ser muy peligroso; los bomberos tienen que recordarse a sí mismos que tienen que mantenerse a salvo y enfocados en lo que están haciendo, siempre poniendo atención a sus alrededores porque el comportamiento del fuego en lugares que son desconocidos puede ser completamente extremo e impredecible. Ricardo recuerda que a veces las flamas pueden medir de diez a quince centímetros de altura, y en un abrir y cerrar de ojos pueden llegar a ser más altas que un árbol.
Los bomberos arriesgan sus vidas para mantener a las personas y a las propiedades a salvo, y los bomberos forestales en particular, tienen pruebas extremas todos los días. Algunas veces son vistos como héroes que merecen elogios y alabanzas. Pero la gratitud es de ambos lados, ya que, para ellos, la oportunidad de venir a Canadá significa mucho. Ellos expresan lo significativo que es tener una voz, el ser visto, y contribuir con tus conocimientos.
“Estamos ayudando a un país, y por esa razón, debemos hacer lo que esté en nuestro poder para demostrar el rol de embajadores de México,” Ruperto dice. “Tenemos esta unión con todos los canadienses. Cuando estamos aquí, nos saludan en las calles, nos reconocen, nos agradecen, y eso hace que nos sintamos muy orgullosos. Siempre queremos dar lo mejor de sí mismos, todos los días.”
Estamos ayudando a un país, y por esa razón, debemos hacer lo que esté en nuestro poder para demostrar el rol de embajadores de México.
Por la gravedad de la temporada 2021 de incendios en Canadá y en Estados Unidos, ambos países no pudieron apoyarse entre ellos como lo han hecho en temporadas anteriores. Y para exacerbar la situación, la pandemia hizo que el apoyo de Australia y Nueva Zelanda hacia Canadá no se llevara a cabo. Kim Connors admite que la situación no fue afortunada y que las asociaciones están con el corazón roto por no poder apoyarse entre ellos. Kim enfatiza que la “comunicación constante” mantiene a las relaciones fuertes incluso cuando las asociaciones internacionales no pueden mandar apoyo ni recursos en los tiempos de necesidad.
El sentimiento de que son parte de algo más grande que ellos, y también que son parte de algo crítico, una red en crecimiento que sobrepasa fronteras es abrumador y fascinante, y con humildad dicen “Si, somos parte de este movimiento; sabemos que los incendios se volverán más erráticos y más fuertes, y que estas organizaciones contribuyen para que las fuerzas de un país puedan apoyar cuando se les necesita, así que sí, nos sentimos parte de esto. Todos los participantes, los coordinadores, bomberos, y toda la gente de México que ha trabajado por esto, quiero decirles que aquí nos ven. Ven a 103 mexicanos que están en Columbia Británica, pero hay mucha gente en México trabajando para que nosotros podamos mostrar la cara.”
This article was originally published in print in January 2022.